nautilus.gifLa lucha contra los pulpos gigantes

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"Veinte mil leguas de viaje submarino ". Julio Verne.

El Nautilus, una misteriosa nave submarina, creada y dirigida por el capitán Nemo, navegaba por las aguas del Atlántico.
En su interior había tres prisioneros: el profesor Pierre Aronnax, su fiel criado Consejo y el arponero Ned Land, un experto cazador de ballenas. Los tres hombres estaban en una de las salas de la nave hablando de los grandes animales marinos.
-Existen pulpos gigantescos -dijo el profesor-. Al norte de Tenerife, la tripulación del Alecto vio un pulpo monstruoso que nadaba sobre las aguas. Los arpones y las balas perforaban sus blandas carnes como si fueran de gelatina. Después de varios intentos, los marineros consiguieron rodear uno de los tentáculos del pulpo con un grueso cable, pero, cuando estaban izándolo a bordo, la pata se partió y el animal pudo escapar.
-¿Mediría unos seis metros, señor? -dijo de pronto Consejo, que estaba mirando el mar por la claraboya.
-Eso es -respondió el profesor.
-¿Y tenía en su cabeza ocho tentáculos que se agitaban en el agua como un hervidero de serpientes, y unos enormes ojos verdes?
-Exactamente.
-Pues bien -dijo Consejo con absoluta calma-, permítame el señor que le anuncie que lo tenemos ante nosotros.
Ned corrió a la claraboya y gritó:
-¡Qué animal tan terrible!

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Efectivamente, era un pulpo colosal que nadaba a gran velocidad hacia el Nautilus.
Por la banda de estribor aparecieron otros pulpos. De pronto, el submarino se detuvo. Un fuerte choque, hizo temblar todo su armazón.
Pocos minutos después, entró en el salón el capitán Nemo. El profesor se acercó al capitán y le dijo tranquilamente:
-Curiosa colección de pulpos.
-Desde luego -asintió-, y vamos a combatirlos cuerpo a cuerpo. La hélice se ha detenido y supongo que alguno de esos animales se ha enredado entre las paletas. Los rechazaremos a hachazos.
El Nautilus subió a la superficie. Uno de los marineros, situado al final de la escalera abrió la escotilla. Inmediatamente después, uno de los tentáculos penetró por la abertura, y agarró con irresistible violencia al marinero.
El capitán Nemo lanzó un grito y salió al exterior. El infeliz marinero, atenazado por el gran tentáculo, se asfixiaba y lanzaba débiles gritos pidiendo socorro.
El capitán Nemo se abalanzó sobre el pulpo, y de un hachazo le cortó un tentáculo mientras sus hombres también luchaban valerosamente.
Cuando parecía que el marinero iba a ser liberado, el monstruo lanzó un líquido negro que cegó a los hombres.

"Veinte mil leguas de viaje submarino ".
Julio Verne.
(Adaptación)