De leñador a rey.


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Lectura: De leñador a rey.

Una vez había unos leñadores que no tenían hijos. Pero, al fin, después de mucho pedirlo, Dios les concedió uno muy hermoso.
A los pocos días de nacer el niño se presentó un hada y les dijo:
—Este niño os sacará de la pobreza en que vivís. Cuando sea mayor se casará con una princesa y llegará a ser rey.
Los padres se pusieron muy contentos y comunicaron la noticia a todos sus amigos. El mismo rey se enteró de ello. Y se puso triste, porque no quería casar a su hija con un leñador. Por eso se fue un día a la cabaña de los leñadores y les dijo
—Ya que un hada os ha dicho que vuestro hijo se casará con la princesa, conviene educarle en el palacio. De modo que me lo voy a llevar; y así se preparará mejor para ser rey, cuando yo muera.
—Si se cumple lo que el hada nos dijo —replicaron los padres— nos parece muy bien que éste nuestro hijo viva en el palacio.

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Pero el rey en cuanto tuvo al niño en su poder, le metió en una caja de madera y le tiró al río. ¡Así —pensó— me libraré de él ! Y se fue al palacio tan tranquilo.
La caja donde iba el niño se la llevó el agua hasta un molino. Cuando el molinero vio aquello, llamó corriendo a su mujer.
— ¡Colasa! mira, Dios nos manda un niño. Cuídalo bien, que tendrá mucho frío el pobrecito, pues estaba en el agua. Desde entonces le llamaron Basilio.
El niño creció y los molineros le querían mucho. Era guapo y buen mozo.
Un día de verano el rey fue a cazar por aquellos lugares. Por la tarde se levantó una gran tormenta con truenos y granizo. Caían muchos rayos en los árboles y el rey tuvo miedo. Se refugió, con todos sus acompañantes, en el molino que estaba allí cerca. Basilio le atendió lo mejor que pudo, llamando la atención del rey.
Entonces fue cuando el monarca se enteró de que aquel mozo era el niño que él había tirado al río años antes. Para librarse de él, le mandó ir al palacio con una carta cerrada y sellada en la que decía: "Que maten a este muchacho en cuanto llegue."

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Cuando Basilio se dirigía al palacio le salieron al encuentro unos ladrones y le cogieron la carta. La leyeron y les dio mucha pena que el rey mandase matar a un muchacho tan guapo. Para vengarse del Monarca escribieron otra carta en la que se decía: "Que la princesa se case mañana con este joven, en cuanto llegue a palacio."
Al día siguiente de llegar Basilio al palacio se celebró la boda. Cuando volvió el rey y se enteró de lo sucedido, se enfadó muchísimo...

Y si queréis saber como acaba la historia tenéis que leer el siguiente cuento “Los tres pelos del diablo”.