LECTURA: EL VIAJE DE NICOLÁS. Jean Guilloré.

Ejercicio de comprensión lectora. Lee el texto con atención y escoge la respuesta correcta para cada pregunta.

EL VIAJE DE NICOLÁS

La chalupa era una especie de remolcador un poco oxidado, con bancos por todas partes, para transportar viajeros. No era lo que se dice un barco bonito. Pero flotaba. Esperamos un buen rato antes de que zarpara. Primero tenía que llenarse. Subieron a bordo montones de gente. Gente de todo tipo. Sobre todo senegaleses. Ricos, pobres, unos bien vestidos y otros mugrientos, vendedores de chicle y baratijas de plástico, un hombre con traje de chaqueta y chaleco, gafas de sol y maletín de ejecutivo. Y también blancos. Muchos turistas, un poco ridículos con sus vestimentas de vacaciones, sus enormes máquinas de fotos colgadas al cuello y sus sombreros para protegerse del sol. Algunos incluso se habían vestido de africanos. A Amado también le daban risa. Me los señaló con el dedo y me dijo:

– ¿Has visto? ¡Los tubabs están locos! Saqué una foto del barco y de toda aquella gente.

Después de media hora de navegación, la chalupa amarró en un puerto pequeño de Gorea.

Gorea es una isla que se encuentra un poco mar adentro, en Dakar. Una isla muy bonita en la que hay un pueblo. Las casas de Gorea son muy antiguas. Tienen las paredes pintadas de colores suaves: ocre, amarillo dorado, rosa. Me recordaban las casas de la Luisiana que vi una vez en la televisión, con balcones de madera y jardines en el interior.

Amado me llevó por unas callejuelas hasta la casa de la suegra de su hermano. Pero su hermano no estaba. La suegra, que estaba cocinando en un gran recipiente metálico sobre el fuego encendido en el suelo polvoriento, en mitad del patio, le dijo que había ido a Dakar a buscar a unos amigos, pero que iba a regresar en la chalupa de las once.

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Jean Guilloré, El viaje de Nicolás

Ejercicio de la pruebas de evaluación de sexto. Evaluación de las competencias básicas de la educación primaria. 2011.